Comenzamos el Adviento y con él un nuevo año litúrgico; es decir, un nuevo camino del Pueblo de Dios con Jesucristo, nuestro Pastor, que nos guía en la historia hacia el Reino de Dios, que es reino de justicia y de paz.
Redescubramos la belleza de estar todos en camino, con un destino común
El Adviento, nos devuelve el horizonte de la esperanza, una esperanza que no decepciona porque está fundada en la Palabra de Dios. ¡Una esperanza que no decepciona sencillamente porque el Señor no decepciona jamás! Él es fiel, Él no decepciona. ¡Pensemos y sintamos esta belleza!
«Compartamos nuestra alegría»
La Junta de Gobierno
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