Querido hermano:
Dios viene a nuestra historia, a implicarse en ella, a vivir junto a nosotros y nos trae luz, amor y vida a todo el mundo.
Debemos preparar su camino, deseando su venida, viviendo la Esperanza en lo personal y en lo social, despertando sentimientos de alegría que tanto necesitamos, profundizando en el espíritu de la oración, contemplando como ejemplo a María y comprendiendo su incondicional entrega.
Esperemos la Navidad, no simulando que los problemas no nos rodean, sino trabajando, luchando con Esperanza y Alegría para que ellos cada vez sean menores.
FELIZ NAVIDAD
¡Ánimo, vamos a izar las velas!
La Junta de Gobierno
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