Ofrenda de Flores

La Ofrenda de Flores a la Virgen de Pilar es el acto más multitudinario de los que se celebran durante las fiestas. Miles y miles de personas desfilan cada año por las principales arterias de la ciudad hasta la Basílica. Ataviadas con trajes regionales o atuendos identificativos de sus lugares de origen, sus rostros reflejan la devoción o admiración que les lleva su encuentro con la patrona. El resultado de este fervor popular tiene su máxima expresión en la plaza del Pilar. Los ramos depositados por los oferentes van tejiendo el elegante manto y el inmenso tapiz bajo la Virgen. Los claveles rojos recubren la columna y la Cruz de Lorena, los claveles y gladiolos blancos dibujan el enorme manto y el resto de millones de flores forman un tapiz multicolor. Ademas todos lo grandes centros y cestas de los grupos quedan al pie de la estructura.

         Nuestra cofradía participaba tradicionalmente en el ofrenda como prueba de devoción a nuestra patrona. Durante algunos años esta participación se interumpió, hasta la celebración de las Bodas de Oro en 2000 la Cofradía en que se recuperó la tradición de participar con grupo propio en la Ofrenda . La asistencia varía según la hora adjudicada en el sorteo, como es habitual en todos los grupos participantes. Este acto aunque de caráter festivo, demuestra el amor de la Cofradía a Nª Señora, cuyo Pilar forma parte de nuestro emblema.

 

Rosario de Cristal

Este maravilloso acto de devoción mariana que recorre cada año el centro de Zaragoza en la tarde del 13 de Octubre, es organizado por la Cofradía del Santísimo Rosario de Ntra. Sra. la Virgen del Pilar. Desde 1976  nuestra Cofradía es la encargarda  de portar en esta procesión el Tercer Misterio Doloroso «La Coronación de Espinas».  El Hermano Guión y los portadores de faroles y carroza visten trajes tradicionales aragoneses, al igual que la mayoría de los más de doscientos acompañantes  que procesionan portando velas encendidas mientras se reza y canta el Santo Rosario a su paso por las calles céntricas de la Ciudad.

La procesión personifica un rosario, en el que las cuentas han sido sustituidas por faroles de cristal. En ella encontramos quince faroles monumentales transportados con carrozas, que son diferentes para cada uno de los Misterios además de faroles de mano: 15 para los Padrenuestros, 150 para los Avemarías, 15 para los Glorias, 4 para las salutaciones y 63 para la Letanía. Todos ellos fueron diseñados por el arquitecto Ricardo Magdalena.

Su origen se remonta al  siglo XIX. A comienzos de 1889 se funda la Cofradía del Santísimo Rosario, cuyo presidente (José M. Pra y Duarte) concibe la idea de dotar a la procesión del rezo del Rosario de una colección de faroles que serían llevados por los fieles en lugar de las tradicionales hachas, velas y estandartes usados hasta entonces. Los faroles simbolizarían cada una de las partes de la oración del rosario que los devotos iban rezando: los misterios, los Padrenuestros, las Avemarías, los Glorias y la Letanía.